Todo el Parque Nacional, formado principalmente por dos enormes calderas separadas por los Roques de García, está situado por encima de los 1.650 metros de altitud, alcanzando el Teide, techo de España y de toda la región macaronésica, los 3.715,583 m.
Ocupa la parte central de la isla de Tenerife, posee una extensión de 18.990 hectáreas y recibe cada año más de cuatro millones de visitas. Junto a su relevancia geológica y espectacular paisaje, las extremas condiciones de altitud, fuerte insolación, amplitud térmica y escasez de humedad condicionan la presencia de una rica y singular flora adaptada a la dureza del medio.
Su fauna más interesante es la invertebrada, con más de 1.400 especies, muchas de ellas endémicas de gran valor científico. Está en posesión desde 1989 del Diploma Europeo que otorga el Consejo de Europa y además está inscrito desde mediados del año 2007 en la Lista de Patrimonio Mundial de UNESCO como Bien Natural.
Es el mayor y más antiguo de los Parques canarios. Su extraordinario paisaje es un monumento geológico de los más espectaculares del mundo, en el que los conos volcánicos y las coladas de lava forman un extraordinario conjunto de colores y formas. No se puede olvidar su gran riqueza biológica, el extraordinario alto porcentaje de especies vegetales endémicas y la importancia en cuanto a número y exclusividad de su fauna invertebrada.